Resumen del artículo Dimensiones de la crisis, otro mundo ¿es realmente posible? de Víctor M. Toledo:
Dr. Víctor Manuel Toledo.
Estamos en un "fin de época" entrando a la fase terminal de la civilización industrial, tecnocrática y capitalista en la que las concentraciones sociales y ecológicas se agudizan y la norma es cada vez más los escenarios sorpresivos, inesperados e impredescibles. Dos fenómenos encabezan esta crisis de civilización: el calentamiento global y el fin de la era del petróleo.
La gran aceleración: el siglo XX.
El ser humano ha estado presente en el planeta desde 200 mil años. Durante la mayor parte de ese lapso, el hábitat planetario ha sufrido una creciente presión por parte de la especie humana. Sin embargo nada es comparable con lo ocurrido en los cien años recientes, un periodo que equivale al 0.05 % en la historia de la humanidad.
La población humana se incrementó más de cuatro veces entre 1900 y 2000, al pasar de 1.6 mil millones a más de 6 mil millones.
Al año llegan al planeta 77 millones de nuevos seres humanos. A esta velocidad el reloj demográfico es, y será cada vez más, una bomba de tiempo que ha dejado en el siglo XX a la quinta parte de los miembros, vivos o muertos, que han existido a lo largo de la historia.
El uso de la energía, medida en toneladas métricas de barriles de petróleo, es el tercer gran aceleramiento del siglo pasado : creció 16 veces. La energía utilizada en el siglo XX ha sido mayor que la utilizada a lo largo de toda la historia de la especie, y diez veces mayor a la usada en los mil años previos.
El uso del agua se elevó nueve veces, el incremente del CO2, el principal contaminante atmosférico, fue de 13 veces, y las emisiones industriales de ¡40 veces!. De la misma manera la extracción y consumo de metales han tenido un crecimiento espectacular.
La expansión de la ganadería vacuna ha sido la causa principal de la destrucción de millones de hectáreas de selvas tropicales. Con poblaciones cercanas a las de los seres humanos, los autos y las reses, los dos principales engendros de la invención humana del siglo pasado, compiten ya con sus creadores por los alimentos.
El gran evento más reciente que ha acompañado a todo lo anterior ha sido el de la producción de desechos: la excreción de materiales, sustancias, agua utilizada, radiaciones, genomas alterados y basura.
Los impactos de un "experimento sin control"
Durante los recientes cien años, la especie humana ha modificado y/o afectado los ecosistemas del planeta Tierra de forma más extensa y rápida que en ningún otro periodo de la historia humana. Dos fenómenos destacan: el mayor poder de transformación adquirido por los seres humanos a partir del uso de los combustibles fósiles (incluyendo la energía nuclear) y la lógica o racionalidad que ha dominado y que hoy alcanza su máxima expresión, la cual está basada en una voracidad insaciable: la de la acumulación, concentración y centralización de capital.La huella ecológica y la inercia de la era industrial.
La cantidad de alimentos, energía, agua, materiales de construcción y desechos que cada individuo utiliza y expide a lo largo de un año puede ser calculada mediante un índice conocido como la "huella ecológica" creado por M. Wackernagel y J. Rees, en 1996.
Este índice es de carácter trans-escalar, pues puede aplicarse a individuos, familias, barrios, comunidades, ciudades, países y a la humanidad entera, así como compararse al paso del tiempo, y se mide en el número de hectáreas necesitadas para satisfacer lo consumido.
Este índice ubicó Latinoamérica como la región "menos insustentable" del globo.
La huella ecológica sigue aumentando dado que el consumo tanto de los países ricos como la de los llamados emergentes (China, India, los de Europa del este, Brasil, Sudáfrica) se incrementa día a día. En 2006, el comercio y el consumo globales aumentaron a niveles récord en todo el mundo.
¿Otro mundo es realmente posible?
La destrucción de la variedad de la vida (biodiversidad), el agua cada vez más cara y escasa, el aire y los mares contaminados, los alimentos insanos, las substancias y las tecnologías peligrosas, así como los cambios climáticos inesperados y catastróficos, se combinan ya con los quiebres de empresas y corporaciones, las recesiones económicas y la devaluación de las monedas.
No hay pues solución económica, tecnológica, energética, social, política, institucional, epistemológica o ambiental. Si hay fuerzas que enarbolan el lema de que "otro mundo es posible", es decir que las crisis son superables, entonces ese mundo visualizado debe construirse sobre la justicia social, el respeto a la naturaleza, la re-configuración de los sistemas financieros, el cambio de fuentes energéticas, la autogestión local y regional, la creación de nuevas tecnologías y sistemas de conocimientos, etcétera.
La "micropolítica doméstica"
La construcción del poder social comienza en la familia, en la edificación de un hogar autosuficiente, seguro y sano, que comparte con muchos otros hogares una misma "micropolítica doméstica". Ello se logra mediante acciones en la alimentación, la salud, la vivienda, el agua, la energía y el ahorro y el crédito, todo lo cual surge, a su vez, de la toma de conciencia, ecológica y social, de los miembros de la familia, de un cambio de actitudes, y en fin de la adopción de una nueva filosofía por y para la vida.
En suma, la crisis de civilización que hoy vive el mundo contemporáneo y cuya dinámica opera en ritmos mucho más lentos al de los procesos políticos y sociales habituales, sólo será superable bajo esquemas teóricos renovados y mediante acciones políticas de nuevo cuño. Ya no bastan las fórmulas convencionales que aún dominan los movimientos anti-sistémicos, incluyendo las de los sectores considerados como los más avanzados (como el neo-zapatismo).
Si "otro mundo es posible" éste será el de una "democracia solar" participativa e incluyente, una tecnología que imite los pulsos de la naturaleza, un conocimiento holístico donde pensar y sentir sean las dos caras de la misma esfera, un sentido de equidad que incluya al resto de los seres vivos y, en fin, una sociedad sustentable dominada por formas de vida orgánicas. Estamos ante una tarea descomunal y urgente. Ese es el tamaño del reto.
Cibergrafía:
http://unam-bioiv-marutovar.blogspot.mx/2013/01/dimensiones-de-la-crisis-victor-toledo.html
https://www.ecologistasenaccion.org/auteur19.html
http://www.todohumor.com/humor/imagenes/respetoalanaturaleza
http://www.unjubilado.info/2010/11/28/naturaleza-2/
http://www.ecologiaverde.com/parque-eolicos-y-respeto-por-la-naturaleza/
http://www.agendaviva.com/revista/articulos/Editorial/La-naturaleza-nos-define
http://viveenverdepuebla.blogspot.mx/
http://www.combustiblescabello.es/biomasa-aceituna.php
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